Skip to main content

La conectividad inalámbrica se encuentra en constante evolución, y dos tecnologías compiten por dominar el mercado: el Wi-Fi, ampliamente conocido, y el emergente Li-Fi. En este artículo, exploraremos las diferencias entre ambas y cómo el Li-Fi podría revolucionar la forma en que nos conectamos y transmitimos datos.

¿Qué es el Li-Fi?

El Li-Fi, abreviatura de “Light Fidelity” o fidelidad de luz, es una tecnología que utiliza la luz visible para transmitir datos de manera inalámbrica. A diferencia del Wi-Fi, que emplea ondas de radio, el Li-Fi se basa en diodos emisores de luz (LED) para enviar información.

Ventajas sobre el Wi-Fi:

Velocidad de transmisión ultra rápida: Ofrece velocidades teóricas hasta 100 veces más rápidas que el Wi-Fi, lo que permite descargas de archivos en cuestión de segundos.

Mayor seguridad: La señal es más segura, ya que la luz no atraviesa obstáculos sólidos como paredes, dificultando la interceptación de la señal y brindando una mayor protección contra posibles ataques.

Amplio ancho de banda: Esta nueva red utiliza un espectro electromagnético diferente al del Wi-Fi, lo que evita problemas de congestión de señal y permite una mayor cantidad de dispositivos conectados simultáneamente sin perder calidad de conexión.

Desafíos de la nueva conexión inalámbrica

Además, el Li-Fi enfrenta algunos desafíos, como la necesidad de mantener una línea de visión directa entre emisor y receptor, así como su limitado alcance debido a la incapacidad de la luz para atravesar obstáculos sólidos.